TENEMOS
UN PAPA
Por
Eduardo Martín Romero
El
miércoles 13 cerraba la columna de la semana cuando anuncian “habemus Papa”
(tenemos un Papa) y la sorpresa que la designación había recaído en el Cardenal
argentino Jorge Bergoglio; como a la mayoría la noticia me impacto y como
cristiano católico me emocionó fuertemente.-
Quise
dejar la columna que cerraba y abordar la elección de Bergoglio como el Papa
Francisco pero de inmediato me sobresaltaron los miedos; cuales serán las
actitudes del ahora Papa Francisco, como se posicionara ante los embates
políticos de quienes lo consideran la cabeza de la oposición en la argentina,
que hará cuando la oposición política –a veces tan anticlerical- quiera usar su
designación como un gesto político a su favor, que ocurrirá cuando los
anticlericales y opositores planteen la cercanía a sectores no deseados de
nuestra sociedad, sean estos vínculos reales o no, cuál será el eje de su
misión pastoral como jefe de la Iglesia católica; estas dudas hicieron que a
pesar de mi alegría espere una semana más para dar cuenta de mi pensamiento en
torno a la elección del nuevo Papa.-
Hoy
producida ya la entronización del martes 19 y manifestado el mundo entero tenemos
una primera aproximación al futuro.-
Los
primeros gestos me dejaron conforme; que salido al balcón tras su designación
quedara en silencio observando la plaza, parecía casi con miedo o pidiendo
disculpas pero cuando hablo me di cuenta que el silencio era porque estaba
escuchando lo cual es una buena señal; observe que en la vestimenta algo era
distinto a los otros Papas y me di cuenta
que la cruz que pendía del cuello no era de oro sino de un metal gris
oscuro; la muceta, especie de capa corta, era totalmente blanca y no bordada en
oro como la de los demás Papas, después conocimos la reticencia al uso de
automóviles de lujo y del uso de transportes públicos; el querer pagar la
cuenta de su hotel; los zapatos que uso como Papa fueron, no los
característicos de los Papas sino, los que el llevo desde Buenos Aires;
concurrir a visitar enfermos; a orar en Santa María la Mayor cercana a la
Terminal de Roma y otros gestos nuevos en un Papa que a algunos nos reconfortan
y por supuesto molestaran a muchos.-
Con
relación a la dificultades de la política partidaria donde algunos no le perdonaran
sus criticas como cardenal y otros pretenderan colgarse de su investidura para
castigar a otros, esto lo resolvió con espíritu conciliador recibió a la
Presidente Cristina Fernández a pesar de las relaciones no amigables, materializando lo que señalo en su primer
ángelus: “Dios nunca se cansa de perdonar, son los hombres los que se cansan de
pedir perdón”.-
Se
indica que la elección del nombre como Papa es una forma de definir el eje de
su tarea como tal, recordemos que San Francisco inicio su conversión al oír el
crucifijo de la capilla de San Damián decirle “Francisco ve y restaura mi casa
mira que está en ruinas” primero San Francisco restauró la Capilla que aún se
conserva y solo después comprendió que el llamado era a reformar algo
espiritual y comenzó su movimiento de renovación de la Iglesia con el Papa
Inocencio III; esto deja esperanzas de renovación que muchos desean y muchos
temen, tal vez este sea el eje de la tarea del Papa Francisco.-
El
Papa es el jefe de gobierno del Vaticano y la más alta investidura de la
Iglesia Católica Apostólica Romana, por ello su designación importa a los
Vaticanos y los Católicos, pero también es cierto estos últimos son 1.200
millones de personas por ello también es causa de análisis por parte de la
comunidad mundial pasando las fronteras de la religiosidad.-
Los
fieles católicos, tienen o no, necesidad de reformas en la Iglesia y en la
Curia Pontificia pero en realidad los católicos para ser tales deben someterse
a la investidura del Papa y pueden tener esperanzas de cambios y contribuir a
su implementación pero deben, entre otras obligaciones que hacen a la Fe por su
condición de Apostólicos Romanos, aceptar las disposiciones del mismo.-
Los
que no son católicos también pueden albergar esperanzas de cambios pero ellos
no están obligados a la aceptación y tampoco deberían contribuir a los cambios
que interesan por no ser parte de la Iglesia, sin embargo en muchas ocasiones
son los más combativos de alguna disposiciones de la Iglesia cuando en realidad
no los comprende y a veces lo hacen con criticas tan insultantes que me resulta
parecido a cuando los niños, y no tan niños, insultan a otro indicando epítetos
contra su madre; en realidad no quieren insultar la madre sino al hijo, por
ello me parece que los que sin ser Iglesia insultan al padre nos quieren
insultar a quienes somos iglesia.-
Los
evangelistas Mateo capitulo 16, Marcos 8 y Lucas 9 con distintas palabras
relatan que Jesús pregunto a Pedro ¿quien dice la gente que soy? Y luego le
pregunto ¿y tú quien dices que soy? Francisco también se interrogara sobre lo
mismo que piensan los otras y que pensamos quienes formamos la iglesia.-
Por
esto no sé si el Papa Francisco generará las reformas que deseo, pero seguro
que serán las de mi Iglesia, como me pidió el Papa, he de orar por él.-
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