Hemos Leido

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LOS PALOS QUE DA LA VIDA

Los palos que da la vida como su título lo describe es el relato del protagonista, Juan García, que ya en su nombre es poco para acompañarlo en su relato sobre su éxito siendo muy joven en las finanzas para luego perderlo todo y transformarse en un contestatario marginal encontrando nuevas formas de vida para luego de algunos inconvenientes logra nuevamente emerger en el mundo de las finanzas lo que le da una revancha para con quienes lo expulsaron de esas actividades y comienza a recuperar posiciones hasta que con algunos altibajos logra encontrar su paz.-

En medio de cada una de sus situaciones tanto de éxito o de fracaso siempre una mujer acompañó a Juan en sus propuestas de una vida nueva pero una de ellas lo marco y solo encontró la estabilidad cuando reconoció su imposibilidad de mantener ese “amor imposible”

Es atrapante su lectura a raíz de no conocer si se avecina un nuevo fracaso a cada capítulo.-

LA COLINA DE LOS GATOS de EVA BAEZA

Ambientada en España entre poco años antes de la guerra civil Española y nuestros días, da cuenta de la relación entre una hija, su madre y su abuela, teniendo como escenarios principales la ciudad de Barcelona y Torrox, un pueblo de Málaga, además describe otros lugares de España con una claridad que lleva a uno a pensar que conoce los mismo.-

Es un relato donde el amor forma parte de esa trilogía de hija, madre y abuela, pero la lucha por la felicidad pone permanentemente a prueba ese amor, y por ello da lugar a que se tomen acciones las que pueden ser entendidas, no como amor, sino con desentendimiento del otro, dependiendo mucho de los observadores de estas acciones.-

La hija obliga a la madre a encontrarse con su abuela pero es el relato de esta última la que pone claros sobre oscuros para entender muchas actitudes de las tres.-

Una descripción descarnada, pero no grotesca, de las consecuencias de la guerra civil Española y el sufrimiento de la población civil fundamentalmente en el bombardeo a los exiliados en la carretera de Málaga a Armería y además una profunda mirada a la pobreza y el hambre desatado en las zonas afectadas por la guerra civil.-

Recomendado por los temas relatados pero fundamentalmente por lo atrapante de su lectura.-

jueves, 14 de abril de 2016

LO QUE QUEDA

Por Eduardo Martín Romero

Ya cruzó por nuestra ciudad el torrente de agua que, además de inundarnos, nos produjo una herida profunda en la vida de los afectados; esto como resultado de una lluvia copiosa y persistente que llegó en el momento en que nuestro Río Paraná se encontraba en un nivel alto impidiendo que pueda drenar más rápido el agua que dejaba una torrencial lluvia.-

Ya paso el momento de zozobra de los afectados, ya comprendieron lo que ocurría, ya sintieron el dolor de su sufrimiento, ya dejaron de estar desorientados ahora los asusta lo que queda.-

Digo ahora los asusta lo que queda porque supuestamente las condiciones del clima están siendo más benévolas y luego de más de una semana sin sol, la situaciones mejoraría y con ello se produce el regreso a los domicilios situación que se vuelve a transformar en desgarradora: mucha gente lo perdió todo ropa, muebles, heladeras, televisores, cocinas, ventiladores y cuanto elemento pudieron –con mucho sacrificio- incorporar a su patrimonio con el trabajo de años e incluso en algunos casos adeudando aun cuotas de los mismo, aquellos que criaban animales para su sustento como gallinas o patos también los perdieron; pero además perdieron sus recuerdos las cosas que lo mantenían unidos a quienes ya no están lo cual a pesar de no tener valor económico tiene un profundo contenido afectivo y no se los podrá suplantar; el agua sin piedad se llevo todo.-

Lo que queda son paredes sucias, barro por todos lados, cosas inservibles que hasta hace una semana eran elementos indispensables, montones de ropas y colchones además de mojados con un color y olor desconocido, todo revuelto y embarrado.-

Esto es en lo individual, en lo colectivo un desgaste solidario sin precedentes, tanto nuestro como de otras ciudades, gente movilizada tratando de aportar su granito de ayuda sin la cual no podríamos haber superado esta catástrofe con la pronta ayuda que se brindó.-

Un gobierno municipal movilizado y presente superando las dificultades y tratando de brindar la mayor ayuda posible, un gobierno provincial que al igual que el nacional brindo su aporte para superar el conflicto.-

Ahora “lo que queda”, no es poco, los gobiernos deberán buscar la manera de que en el futuro estas contingencias vean mitigados sus efectos, deberá gestionar para que aquellos que están radicados en cotas muy bajas accedan a planes de viviendas ya que el asentamiento en esos lugares responde sin dudas a cuestiones de ingresos económicos que le impiden acceder a viviendas de planes sociales por lo que se hace necesario la búsqueda de soluciones para estos sectores y a la vez es fundamental evitar las nuevas radicaciones en lugares bajos ya que sin dudas estos eventos volverán a repetirse deseando que lo sean lo más alejado posible, pero no es menos cierto que se deben estudiar soluciones para evitar estos daños.-

Deberá estudiarse además como evitar que quedemos aislados por los cortes de puentes y rutas ya que el peligro de desabastecimiento se sintió con mucha fuerza en este episodio.-

Es duro inundarse, tan duro que cuesta imaginar para quien no lo conoce como experiencia, pero es más duro aún “lo que queda” cuando el agua se retira, es como encontrar el cadáver, es la bofetada del daño.-


Esperemos que “lo que queda” nos potencie para encontrar soluciones para paliar efectos de futuras situaciones similares.-

jueves, 7 de abril de 2016

UNA VEZ MÁS

Por Eduardo Martín Romero

En esta semana infinidad de cuestiones políticas y económicas podrían ser el material inevitable para esta columna pero una cuestión impensada y un acontecimiento natural, pero brutal, nos enrostró “una vez mas” en una inundación originada por una lluvia copiosa que en pocas horas precipito casi 200 milímetros y dejo un saldo lamentable, si bien la mano de Dios evito víctimas humanas.-

Digo “una vez mas” pues recuerdo a fines de los años 50 –un amigo me precisaba que era en el año 1958- yo vivía en la Estación y una noche de intensa lluvia, también de manera repentina, el agua arraso con lo que encontró en su camino.-

Recuerdo haber despertado en la madrugada alrededor de la 4 de la mañana y sentir un griterío confuso sin lograr definir su origen y su razón, en mi casa me dijeron que era una inundación; en mi lejano Santa Cruz con muy pocas lluvias nunca había visto estos eventos lo que motivo una excitación por ver de qué se trataba.-

Salí de mi casa y la realidad me demostró lo cruento de la situación, yo vivía en lo que hoy es calle Espiro unos metros al Sur de Avda. Córdoba, entonces era un zanjón profundo que en épocas de crecidas traía agua del arroyo Los Paraísos; este zanjón entonces cruza la calle que era de tierra y continuaba donde hoy es la Pescadería de Brites y seguía unos 100 metros hacia el norte; desde Avda. Córdoba y Espiro hasta el Puente había otro zanjón más que terminaba casi en la misma zona, la Avda. Córdoba era un boulevard de tierra que iba a nivel de los terrenos y el puente era de madera; vi todo esto inundado y el agua al borde de la vereda de mi casa; solo existía el pavimento en Avda. Artigas que tenía el mismo terraplén que hoy en día y era entrada y salida vehicular.-

Entonces el Cabayú estaba limpio se podía nadar y hasta pescar tenia agua permanentemente era un arroyo perfectamente utilizable.-

Recuerdo que el espectáculo de aquella noche era dantesco pasaban cosas que la corriente arrastraba consigo, es más, vi personas que la corriente pretendía llevar consigo y como el lunes pasado la gente señalaba que la abundante precipitación derramo demasiado agua que no pudo salir por el arroyo que quedo retenida por el terraplén de Avda. Artigas y era poco el puente para drenar el inmenso caudal de agua que venía del sur; el agua paso por encima del asfalto a la altura de la Naufal y mucha gente señaló que la ruta nº 1 impidió el drenar del agua y que empeoro la situación.-

Muchos dicen que esta vez fue peor llego mas allá de Espiro y fue un trecho por Avda. Córdoba, transito por Espiro hacia el norte y esto sin dudas es por la existencia de un nuevo terraplén construido cuando se asfalto la salida por calle Córdoba, además el Cabayú está lleno de sedimentación que elevo su cauce sin olvidar que es un depósito de basura.-

También señalan que la deforestación producida al sur de nuestra ciudad generó menos permeabilidad del suelo y trajo más caudal.-


Lo real es que si llueve con la intensidad del lunes y de aquella madrugada del año 1958 las consecuencias en las zonas bajas son y serán “una vez mas” devastadoras para los que padecen este tipo de evento que pierden todas las pertenencias que en muchos casos obtuvieron con grandes sacrificios; solo basta pensar cuanto nos irrita una pequeña gotera en un techo, para comprender cuanto de frustración golpea la vida de los inundados “una vez mas”