COMPRENDER LA LEGITIMIDAD
Por Eduardo Martín Romero
En nuestra historia como
nación siempre podemos observar que cuando alguien gobierna por haber triunfado
en una elección, quienes se oponen a este gobierno legitimado por el voto piden
que los gobernantes abandonen su gobierno o piden que “se vayan” antes de
concluir su mandato; lo cual no deja de representar una visión golpista que da
vuelta en nuestra sociedad según qué sector político sea hoy gobierno u
oposición.-
Para clarificar esta
observación histórica basta con señalar que hace muy poco quienes se oponían al
gobierno de Cristina Kirchner movilizaban la idea de que “se muera” o cuando menos que “se vaya” y
todos recordamos que en esta disputa Cristina indicó que por voluntad electoral
gobernaba y a quienes no le guste “que hagan un partido y ganen elecciones” y
también es fácil recordar que hicieron el partido y ganaron elecciones; pero
además debemos tener presente que son ahora algunos seguidores del Kirchnerismo
quienes plantean que se vaya quienes ganaron las elecciones tanto en el 2015
como en el 2017 lo que resulta absurdo a la luz de los mismos dichos del
Kirchnerismo.-
Podemos ser más gráficos
aun: en la argentina los sectores vinculados a Macri ven con buenos ojos un
golpe en Venezuela o están conforme con la trama judicial que derroco a
Rousseff en Brasil, mientras que para los Kirchneristas esta visión es golpista
sin embargo piden el alejamiento de Macri mientras los seguidores de éste ven
golpista a los Kirchneristas.-
Quizás debemos comprender
que en un sistema presidencialista como el argentino, donde el presidente es
elegido directamente por el voto secreto y obligatorio de todos los ciudadanos,
la única legitimidad democrática es la del resultado electoral como regla
general y básica.-
Es cierto que existen
crisis sociales que impiden la continuidad de un gobierno como ocurrió en el
2001 pero son la excepción y el sistema democrático establece los
procedimientos para la vuelta a la institucionalidad; también debemos recordar
que la consigna entonces era “que se vayan todos” y sin embargo la vuelta a las
urnas trajo consigo de nuevo a “todos”.-
Tal vez los sistemas
parlamentarios donde se vota para integrar a las Cámaras y estos eligen al
presidente, quien dura en tanto tenga la confianza del Parlamento, sean un
camino más fácil para abordar las crisis de gobierno pero en nuestro caso somos
presidencialistas y votamos por el presidente cada 4 años.-
En nuestro caso siempre la
interrupción de un gobierno antes de cumplir el periodo para el que fue votado
termina constituyendo un golpe institucional aun cuando lo sea por renuncia.-
Recordemos que al igual
que Brasil, Paraguay soporto una situación similar las cuales, más allá de la
veracidad o no de las imputaciones vertidas, no dejan de ser un golpe
institucional.-
Antes los golpes eran
militares siempre con la anuencia y la participación de sectores de la sociedad
y avalados por poderes de gobierno como es el caso del Poder Judicial por medio
de la Suprema Corte de Justicia; con el paso del tiempo se transformaron en
revueltas populares que instalan una lucha violenta en las calles que impide
por su virulencia la continuidad del ejercicio del poder y últimamente de mano
de denuncias judiciales se ejercitan instrumentos jurídicos que imponen la
pérdida del gobierno; pero debemos comprender que por más que la razones
justifiquen estas situaciones nunca tendrán la legitimidad democrática que dan
los votos y siempre representaran un ruptura institucional del poder.-
Si es una inmensa mayoría
o mayoría de la mitad más uno la que pretende el alejamiento de quien ejerce el
poder, en nuestro caso, en menos dos años tendrá la posibilidad mediante el
voto popular de cambiar los integrantes del gobierno y si no son mayoría verán reflejado
en las urnas la legitimidad de la continuidad de quienes gobiernan; esas son la
únicas reglas democráticas tanto para unos como para otros todo lo demás es
quiebre del orden institucional.-
No sorprende que en las
redes sociales, muy en boga en estos tiempos, aparezcan deseos de rupturas
institucionales ya sea llamando a combatir el gobierno como a instalar la
confrontación en las calles o ya sea solo mediante expresiones de deseos sobre
todo cuando se trata, en algunos casos, de quienes desconocen el funcionamiento
de las instituciones.-
Pero si sorprende cuando
estas manifestaciones provienen de sectores vinculados a la política, el
periodismo, el derecho o intelectuales vinculados a la política ya que en estos
supuesto por la trayectoria de los que producen manifestaciones golpista crean
en muchos integrantes de la sociedad una suerte de aceptación de estas
propuestas las cuales estarían sostenidas en la trayectoria de quien las
manifiesta y por ello poseen un marco de credibilidad.-
El ejemplo más claro y más
reciente son las manifestaciones vertidas por Eugenio Zaffaroni quien expreso
en alusión al gobierno "quisiera
que se fueran lo antes posible, para que hagan menos daño, pero eso es un deseo
personal".-
El gobierno pretendió un
castigo para Zaffaroni pero la justicia concluyo que tal como lo expresara
“pero es un deseo personal” no pasa de un pensamiento del que Zaffaroni no
puede ser privado.-
Podrá no ser punible, pero
sin dudas no resulta ético, que alguien con la formación jurídica de Zaffaroni
tenga estas manifestaciones golpistas desde lo ideológico y ético y que además
lleva a pensar que habiendo sido integrante de la Corte Suprema de Justicia no
dista de ser parecido a los que en su misma función avalaron con sus fallos los
golpes militares; siempre se ha señalado que los extremos terminan
pareciéndose.-
Formo parte de una
generación que vivió de golpe en golpe y de derrocamiento de gobiernos civiles por
quienes nunca solucionaron nuestros problemas por más que algunos se hayan
creído iluminados; pienso que es tiempo de comprender la legitimidad y que la
única solución a los problemas argentinos vendrá de la mano de la legitimidad
de las urnas y por ello quienes ganen deberán conducir y quienes pierda deberán
esperar muy poco y volver a gestionar el apoyo popular que los lleve al
gobierno.-