CONSUMIR ¿Y DESPUÉS QUE?
Por Eduardo Martín Romero
En Octubre del 2010 un amigo escribió en “garenioblog.blogspot.com.ar”
un artículo titulado “Nos preparan solo para consumir” y como compartí el eje
del artículo en cuestión siempre quise referirme al daño que nos ocasiona como
sociedad, el consumo desenfrenado en el que se encuentran las mayorías de las
sociedades actuales.-
En estos tiempos, muchos nos quejamos de la pérdida de
valores y de los enfrentamientos en que se encuentra la civilización; y las
causas que han originado ésta pérdida de valores, a criterio también de muchos,
son la falta de educación, la falta de seguridad, la perdida de respeto, el
desprecio por la vida, el individualismo, la falta de proyectos y podríamos
señalar muchas mas según las consideraciones que efectuemos cada uno de
nosotros a esta cuestión.-
Estoy convencido que las causas son muchas pero una de las
más importantes es el desenfrenado nivel de consumo en el cual ha caído una muy
importante porción de la sociedad alentada sin duda por pautas culturales y
consignas de mercadeo publicitario.-
Los cambios culturales se dan de a poco y con el devenir de
los años, por ello este impulso consumista comenzó ya hace largo tiempo, pero
ocurre que los cambios se hacen cada vez notables y se manifiestan con más
fuerza con el paso del tiempo.-
Hace ya mucho tiempo, que en las sociedades poco interesa
saber de alguien en función de sus conocimientos o de sus saberes, si interesa
saber cuánto tiene esa persona; luego se midió el éxito de una persona en
función de sus bienes o de su riqueza pero no por sus obras o su entrega a la
sociedad.-
Esto fue el inicio de un triunfo del consumismo en nuestra
sociedad ya que al partir de éste paradigma, la idea era atesorar bienes con el
propósito de alcanzar el deseado éxito.-
Pareciera que no fuera causa de nuestro males, sin embargo,
si el paradigma de éxito es acumular bienes como los gobernantes no van a
aprovechar su poder para mejorar su patrimonio y por ende surjan negociados y
coimas para satisfacer las ambiciones de éxito; camino este que también
recorren empresarios y hombres de negocio participando de los negociados y las
coimas o aquellos que por su condición de formadores de precios puedan vender
sus productos con valores muy superiores a los que soporta la sociedad sin
someterla a una crisis inflacionaria.-
Quienes participan de la salud pública también participan de
la salud privada y muchos operan para que decaiga la calidad de la salud
pública para beneficiar la salud privada solo por obtener mejores dividendos
sin importarles que muchas personas no puedan acceder a servicios privados.-
En la educación, mercadeos de publicidad y la desatención de
políticas educativas que prioricen la educación pública, llevo a que la
sociedad piense que el éxito va de manos de la educación privada y no de los
saberes incorporados ni de la resultante que muchos notables científicos son
producto de la educación pública como el mismo Papa Francisco.-
Nos han llegado a generar las condiciones de inseguridad
para tener que consumir servicios de las agencias de seguridad privadas,
servicios a los que no todos pueden acceder y que tampoco han demostrado
resultados satisfactorios.-
Pero en lo particular todos sentimos necesidad de contar con
televisión por cable o satelital, no podemos prescindir de celulares, internet,
televisores o pantallas de última generación al igual que equipos de telefonía,
internet y ahora de juegos de avanzada, todos necesitamos automóviles, motos
cada vez más caros y costos de mantener, electrodomésticos más complejos, cada
vez existen mayores exigencias para con las relaciones del estado, impuesto mas
gravosos, tasa por servicios que antes eran gratuitos etc.-
El primer daño que estas “necesidades” nos acarrean es que
debemos trabajar más para contar con más dinero para satisfacer más necesidades;
se toman dos trabajos, trabaja la madre y el padre y los hijos se crían solos o
por otras personas que no son sus padres, eso cambia el modelo de familia y
deja de ser el lugar donde se adquieren modales, costumbre y educación.-
Es tanto el requerimiento de estas “necesidades” que algunas
personas interpretan que los salarios o las utilidades de sus oficios no
permiten satisfacer las mismas y los caminos delictivos permiten si cubrir más
necesidades.-
Los desplazados no cubren sus necesidades mínimas menos aún
las creadas por este nuevo paradigma y por ello reflejan un odio desmedido
hacia los sectores más exitosos.-
También estas exageradas necesidades de consumo entorpecen
la llegada de ayuda a los sectores marginales ya que en lugar de destinar la
ayuda a satisfacer las necesidades básicas utilizan los mismos para los
consumos alentados por la publicidad y las nuevas pautas culturales.-
Este consumo desmedido ya nos tiene atrapados, el desafío de
los próximos tiempos, si queremos vivir con una mayor dignidad será que
logremos interpretar que el consumo que exige que perdamos dignidad no es
aceptable y por ende no nos hará bien aun cuando nos siéntanos mas cómodos.-
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