ES DIFICIL SALTAR LA GRIETA

Por Eduardo Martín Romero

A raíz de algunas columnas, con alguna critica a las medidas del gobierno de Macri, un amigo me señalaba que en la gestión de Cristina los opositores estaban contentos con mis publicaciones y hoy gobierno de la oposición son los Kirchnerista los contentos por las mismas publicaciones y además me señalaba que esto evidenciaba que yo escribo desde la oposición.-

En el mismo sentido desde que hago periodismo oral o escrito muchos indican que cuando los alegran mis reflexiones me ven rubio y de ojos azules mientras que cuando no coinciden toman nota que soy “negro” y algún otro calificativo no agradable de transcribir.-

Las situaciones descriptas son reales, comencé a hacer radio en 1983 y siempre fui critico a algunas decisiones de Alfonsín lo que motivo que algunos radicales incluso pretendan alejarme anunciantes; luego fui critico a algunas medidas del gobierno de Menem lo que molesto a los Justicialistas y algunos impidieron, a los gritos, que pueda ingresar al aeroclub cuando siendo presidente Menem visito La Paz, lo mismo me ocurrió con De la Rúa, con Néstor y con Cristina Kirchner y no podía dejar de acontecer lo mismo con Macri.-

Ocurre que la visión del comunicador hace al relato de lo que pretenden compartir con su audiencia, así es clásico el ejemplo que da cuenta que ante un vaso con agua hasta la mitad algunos lo verán medio vacío mientras que otros lo verán medio lleno y el vaso siempre es el mismo.-

En realidad pienso que los que pretendan comunicar sobre acciones políticas para una audiencia o lectores debe en realidad ser siempre críticos y reflexivos pero sobre todo críticos porque la crítica mueve a la reflexión y por ello tiene sentido analizar si la crítica es o no la acertada.-

En estos últimos años aparecieron los comunicadores militantes a los que me resisto ya que todo persona tiene, es cierto, su ideología pero la militancia en realidad compromete al extremo y la grieta de estos últimos años ha dejado fuertes muestras de ello o estas con Navarro o estas con Lanata; existía 678 kirchnerista y existe 678 Macrista.-

La militancia lleva consigo contradicciones algunos indican que Cristina es chorra aun cuando no esté condenada pero piden para Michetti esperar a que la justica dictamine; criticaban a Cristina por sus actuaciones teatrales pero Macri actúa en colectivos o en timbrazos.-

La grita existe en nuestro país desde los albores de la patria y algunas grietas se mantienen luego de 200 años es por ello que la militancia impone tomar partido por uno u otro lado de la grieta mientras que la crítica o la reflexión se puede efectuar con abstracción del lado de la grita en la que uno este; esto significa que aun teniendo un gobierno que uno acepta e incluso comparta, igual siempre existen acciones que merecen la crítica, no solo por la crítica misma sino para promover la reflexión de quienes, a nuestro criterio, deben modificar acciones.-

Seguirán los militantes pensando que soy “rubio” o “negro” morenista o saavedrista; unitario o federal; conservador o liberal; progresista o conservador; oligarca o proletario; peronista o radical etc. pero sin dudas seguiré  ofreciendo una visión crítica del poder que nos haga reflexionar sobre la forma en que se ejerce el poder y con ello me basta.-

Recordando una frase de Malcon X “Yo tengo más respeto para un hombre que me permite conocer dónde se encuentra, incluso si está equivocado. Que el otro que viene como un ángel pero que resulta ser un demonio” recordemos que es difícil saltar la grieta pero como dijo Macri “se puede”

OTRAS LEYES OTROS JUECES

Por Eduardo Martín Romero

A raíz de hechos de inseguridad y la aparición de casos en que las victimas se defienden causando la muerte de sus victimarios se escucha con más fuerzas los reclamos interesando en algunos casos la sanción de leyes más rigurosas o duras para que sirva de escarmiento a aquellos que eligen delinquir.-

Si solo fuera necesaria la sanción de leyes más duras para terminar con la delincuencia este sería el camino tomado por todas las legislaciones de los países y en consecuencia sería muy fácil terminar con la actividad delictiva.-

Sin embargo existen países con leyes durísimas que no logran acabar con la delincuencia y lo que es más ostentan una inusitada violencia; es cierto que esto mayoritariamente ocurre en países con bajo nivel educativo, bajo desarrollo, altísimas desigualdades todo un coctel que genera altos índices de delincuencia pero a pesar de ello existen otras consideraciones en torno a la necesidad aparente de leyes más duras.-

En primer lugar las leyes, con independencia de lo gravoso o no de sus penas, deben tener plena vigencia; esto significa no solo que sean sancionadas por el poder legislativo sino que además de sancionadas y promulgadas rijan para todos los habitantes del país.-

Cuando las leyes surten su efecto, cual es sancionar los delitos y como una consecuencia de ello hagan desistir de la actitud de quienes pretenden delinquir, las mismas se aplican siempre con independencia de las personas que resulten sancionadas y casi nadie logra impunidad por ninguna razón; la gente evita delinquir porque nadie resulta impune, y sea una pena gravosa o no todos se ven compelidos a su cumplimiento.-

En nuestro país existe un alto índice de impunidad, que para peor va de la mano del poder, ya que en principio pareciera que las leyes castigan a los excluidos y no a los poderosos lo cual lleva a la inevitable consecuencia que los excluidos busquen protección ante los poderosos para poder delinquir y obtener la impunidad por parte de sus protectores siempre con el pago de algún favor.-

Solo basta ver los casos de barras bravas con prohibiciones de ingresos a las canchas que no solo lo sortean sino que tienen un poder importante, o los casos de complicidad policial con los narcotraficantes como ocurrió en Rosario con muchos años de impunidad, o los casos de corrupción política o de gestión de gobierno que en muchos casos sortean con éxito las investigaciones, además en nuestro país es muy fácil, aun condenado, lograr la liberación antes del cumplimiento de la condena.-

Otro elemento a considerar es que la leyes son generales y para la aplicación de cada caso concreto existe una interpretación que esta cargo de los jueces que en nuestro país la realidad desde hace muchos años indica que difícilmente condenen a los poderosos y siempre están dispuesto a la persecución de los faltos de poder o de los que perdieron el poder; solo basta con observar cuan poco se investiga la corrupción de los que están en el gobierno y que rapidez adquieren las mismas causas una vez desplazados del gobierno.-

Estas cuestiones que tienen que ver con la impunidad de algunos, hace que muchos piensen que quizás logren la misma impunidad y se vean tentados a tomar el camino delictivo con más seguridad.-

Quizás no sean necesarias otras leyes u otros jueces solo hace falta que las leyes se cumplan y los jueces las apliquen.-

NO ES FÁCIL

Por Eduardo Martín Romero

En nuestro país hay cosas que resultan fácil habida cuenta del clima, los recursos naturales, la habilidad de los argentinos, pero existen alguna cuestiones históricas que no son fáciles de superar como la rivalidad e incluso el enfrentamiento desde Saavedristas y Morenistas, o federales y unitarios, hasta boca y river; otra de las cuestiones no fáciles de superar es la falta de objetivos comunes.-

El debate más moderno es aquel que da cuenta de la necesidad de gravar la exportación de materias primas para con ello desarrollar la industria local para sustituir las importaciones.-

Es cierto que cuando se privilegió el país agro-exportador la industria no logro el crecimiento necesario habida cuenta que el modelo agro-exportador requiere un dólar alto para poder competir, pero también es cierto que cuando se efectuaron retenciones a las exportación y se plantearon barreras proteccionistas la industria local no se actualizó para competir con el mercado mundial y a la sombra de la protección produjeron bienes desactualizados que vendían a valores superiores a los de vanguardia mundial lo que demuestra que no es fácil ya que no fue benéfica, ni una ni otra posición.-

Se discute en la actualidad seguir con la exención impositiva al polo tecnológico de la industria en Tierra del Fuego habida cuenta que significa 17.000 millones de pesos de déficit destinados a industrias que son fuente de trabajo para 10.000 obreros y 5.000 trabajos vinculados de donde con menos de 17.000 millones de pesos se podrían pagar los ingresos de todos los sectores; en realidad esto es otra de las cuestiones que no hacen fácil la toma de decisiones en un país como el nuestro.-

Todos los países, cuando pretendieron desarrollar el crecimiento de una actividad necesaria, primero subvencionaron fuertemente y con el crecimiento y desarrollo poco a poco fueron dejando los subsidios, lo hizo Alemania con la industria automotriz, Francia con la lechería y Brasil con el petróleo y la ganadería, sin embargo nosotros subvencionamos fuertemente y los industriales no se desarrollan quedándose con una mayor rentabilidad y no invirtiendo; esto ocurre en Tierra del Fuego donde solo ensamblan y a pesar del tiempo transcurrido los bienes producidos resultan vendidos en el mercado interno a precios muy por encima de los precios internacionales, solo por contar con la protección de importaciones.-

Por último en estos tiempos se está produciendo algún ingreso de bienes importados que compiten con la producción local a precios inferiores y muchos piden, aunque sea a modo de excepción, se proteja el mercado interno y se mejore el consumo de muchos sectores para aumentar la demanda local.-

Es cierto que se hace necesaria la mejora del mercado interno reducido por cierto por la poca cantidad de habitantes de nuestro país, por solo compararlo con Brasil o cualquiera de los BRIC o México; pero también es cierto que durante muchos años se puso dinero en manos de la gente aumentando el gasto público para aumentar la demanda y la industria en lugar de desarrollarse, crecer, modernizarse, producir más barato, solo aumento precios quedándose con mas utilidades.-

Esto demuestra que los enfrentamientos y el individualismo nos hacen perder la idea de país y así no es fácil lograr el crecimiento o el desarrollo.-

LOS PROBLEMAS O LAS CAUSAS

Por Eduardo Martín Romero

Quizás por estar transitando un cambio de gobierno y de propuestas políticas surge con más frecuencia la necesidad de analizar los problemas que nos impiden crecer y superar las situaciones difíciles por las que atravesamos y en este camino suponemos que la corrupción, la falta de mejor calidad en  la educación, los conflictos empresariales por ganancias desmedidas, precios a productores y precios de góndolas, importación o protección de la industria local, inseguridad víctimas y victimarios, perdidas de valores etc. son entre otras las causas de nuestra postergación y en realidad estos son los problemas pero las causas de estos problemas son distintas y entiendo que debemos reflexionar sobre ellas más que sobre los problemas como una forma de modificar cuestiones sociales.-

La enumeración de las causas dependerá de la visión que cada uno de nosotros observemos pero para favorecer esta reflexión pongo a consideración las que modestamente entiendo son importantes.-

El amigo Eugenio García siempre escribe en la red social alguna reflexión en torno a los daños de la cultura consumista, criterio que comparto y que pienso termina siendo la causa de numerosos de los problemas que nos aquejan.-

El consumismo en países desarrollados, es cierto, termina significando un requisito necesario para el permanente crecimiento, pero reitero, esta situación es posible en un países donde los trabajadores y las escalas de menores ingresos de la sociedad encuentran la posibilidad de consumo porque sus ingresos en mayor o menor medida se los posibilita; otra es la situación que viven los países muy pobres donde vastos sectores de la población están absolutamente excluidos del consumo y se mantienen con actividades de supervivencia no importándole el consumo al cual no acceden ; el problema es una tercera categoría de países donde, puede estar nuestro país, son aquellos en que existen importantes sectores de la población que entran y salen de la posibilidad del consumo según las políticas económicas de turno, más que de sus esfuerzos personales, y la desesperación por consumir mientras se pueda o de encontrar el camino para hacerlo cuando no; esto lleva a abandonar las metas futuras e incluso las de mediano plazo.-

Esta búsqueda desenfrenada por el consumo nos transforma en exagerados individualistas donde solo nos preocupa el éxito personal y nos desentendemos de la visión de conjunto necesario en un país, nos genera la necesidad de buscar caminos para una riqueza rápida y obtenida por caminos fáciles, nos parece que debemos defender nuestro bienes materiales aun a costa de la vida de otro, los deseos de mayor riqueza requieren, para que ello sea posible, que otros se vuelvan más pobres, no nos conformamos y queremos cada vez acumular mayor riqueza sin lograr obtener tiempo para disfrutar incluso de los logros.-

Estas cuestiones llevan a que muchos jóvenes no vean aliciente en el sistema educativo como generador de ingresos para lograr mayor consumo y la abandonan tempranamente con tal de no demorar su lucha por el consumo, muchos se inclinan por delinquir ya que logran mayores ingresos que en alguno trabajo, se desestiman valores en función de obtener ventajas económicas, se buscan ventajas con la explotación de menores, mujeres, ancianos.-

La otra causa que va unida al consumismo en países como el nuestro es la informalidad justificada por muchos en lo gravoso del sistema impositivo pero que en realidad está unida a la idea de mayores o fáciles ganancias ya que en la informalidad muchos encuentran la forma rápida de  lograr ingresos necesarios para la mejora de su idea de consumo, mediante la informalidad se puede vender lo robado o lo falsificado además se logra evitar la contribución con impuestos para el crecimiento del país.-

Podemos decir que hace falta mano dura con la inseguridad, que hace falta mejorar la educación, pero mientras no logremos revertir la idea que tenemos del consumo y la informalidad seguiremos observando corrupción, inseguridad, trabajadores en permanente lucha por la disputa del ingresos, profesionales que les preocupe mas diversificar sus bienes que consagrarse a su profesión, políticos que pretende solo enriquecerse en la función pública olvidando su compromiso político.-

EL ÉXITO Y EL EXITISMO

Por Eduardo Martín Romero

Los últimos juegos olímpicos, recientemente concluidos, nos enrostraron la diferencia entre el éxito y el exitismo; mientras la noción del éxito está asociada con la victoria y la obtención  de grandes méritos también conlleva cuestiones subjetivas ya que es sin dudas un éxito ganar una competencia pero también es un éxito que alguien con menos presupuesto, preparación o puestos de partidas termine en un lugar importante, aun cuando no resulte el primero; mientras que el exitismo es el afán desmedido de éxito lo cual impide considerar un éxito alcanzar algunos objetivos cuando estos no resulten ser los superiores.-

Los argentinos en general somos exitistas ya que ante la competencia, la gestión, la actividad privada, o la actuación pública pareciera que nos ponemos como meta el más alto escalón sin analizar si nuestros recursos, nuestras fuerzas o nuestra preparación o predisposición es la mejor como para comprometernos a semejantes metas; todo ello nos lleva a grandes frustraciones cuando no logramos el puesto más importante.-

Observemos algunas cuestiones materiales, sin dudas muchos desean el éxito económico y como tal se entiende la mayor capacidad de consumo posible por ello todos intentan poseer bienes y además exhibirlos en algunos casos con cierto descaro pocos son los que se preocupan por avanzar en la ciencia o en la técnica muchos son los que busca algún hecho que los potencie a la popularidad explosiva o a la obtención rápida de bienes y también pocos son los dispuestos a cesar en ese afán para gozar del “éxito” obtenido sino que se esclavizan en la permanente búsqueda de éxito.-

Sin embargo este deseo que por cierto atraviesa a todos los sectores sociales y que pone como paradigma el consumo y la acumulación de bienes no condice con el discurso colectivo de la sociedad; para comprenderlo solo basta señalar que muchos son los que, por ejemplo ven, con satisfacción al ex presidente uruguayo José Mujica o al ex presidente argentino Humberto Illia por la humildad y el desprendimiento económico de ambos pero a la hora de votar o votan por Cristina Fernández que, más allá de los supuestos actos de corrupción, incremento notablemente su patrimonio durante su actividad política o lo hacen por Macri poseedor de una importante fortuna aun antes de ser político.-

Así también muchos señalan mediante el discurso la necesidad de mejorar la educación pero sin embargo se preocupan más por lograr algún camino que le permita no educarse sino ingresos rápidos y suculentos para poder acceder a bienes de consumo en forma desmedida.-

Y como es lógico en el deporte nos ocurre lo mismo nos parece que lo único importante es el ganar o acceder al primer puesto lo demás es perder; esta visión nos impide gozar del éxito que significa ingresar en competencias sin recursos, sin infraestructura para prepararse, sin desarrollo de altas competencias y sin embargo, y a pesar de ello, lograr puestos relevantes a pesar de todas las deficiencias todo lo cual sin dudas es un éxito que no pueden dimensionar los exitistas.-

Estos últimos juegos olímpicos nos han permitido ver que algunos resultados a pesar de no lograr las medallas de oro o en algunos casos ninguna no han dejado de significar un éxito ya que fueron la demostración de haber estado entre los más importantes competidores mano a mano sin descontar las profundas deficiencias y faltas de recursos en muchas disciplinas.-

Trabajemos para lograr el éxito, pero no caigamos en el exitismo que desplaza situaciones que deben valorarse como un éxito-