EL ÉXITO Y EL EXITISMO

Por Eduardo Martín Romero

Los últimos juegos olímpicos, recientemente concluidos, nos enrostraron la diferencia entre el éxito y el exitismo; mientras la noción del éxito está asociada con la victoria y la obtención  de grandes méritos también conlleva cuestiones subjetivas ya que es sin dudas un éxito ganar una competencia pero también es un éxito que alguien con menos presupuesto, preparación o puestos de partidas termine en un lugar importante, aun cuando no resulte el primero; mientras que el exitismo es el afán desmedido de éxito lo cual impide considerar un éxito alcanzar algunos objetivos cuando estos no resulten ser los superiores.-

Los argentinos en general somos exitistas ya que ante la competencia, la gestión, la actividad privada, o la actuación pública pareciera que nos ponemos como meta el más alto escalón sin analizar si nuestros recursos, nuestras fuerzas o nuestra preparación o predisposición es la mejor como para comprometernos a semejantes metas; todo ello nos lleva a grandes frustraciones cuando no logramos el puesto más importante.-

Observemos algunas cuestiones materiales, sin dudas muchos desean el éxito económico y como tal se entiende la mayor capacidad de consumo posible por ello todos intentan poseer bienes y además exhibirlos en algunos casos con cierto descaro pocos son los que se preocupan por avanzar en la ciencia o en la técnica muchos son los que busca algún hecho que los potencie a la popularidad explosiva o a la obtención rápida de bienes y también pocos son los dispuestos a cesar en ese afán para gozar del “éxito” obtenido sino que se esclavizan en la permanente búsqueda de éxito.-

Sin embargo este deseo que por cierto atraviesa a todos los sectores sociales y que pone como paradigma el consumo y la acumulación de bienes no condice con el discurso colectivo de la sociedad; para comprenderlo solo basta señalar que muchos son los que, por ejemplo ven, con satisfacción al ex presidente uruguayo José Mujica o al ex presidente argentino Humberto Illia por la humildad y el desprendimiento económico de ambos pero a la hora de votar o votan por Cristina Fernández que, más allá de los supuestos actos de corrupción, incremento notablemente su patrimonio durante su actividad política o lo hacen por Macri poseedor de una importante fortuna aun antes de ser político.-

Así también muchos señalan mediante el discurso la necesidad de mejorar la educación pero sin embargo se preocupan más por lograr algún camino que le permita no educarse sino ingresos rápidos y suculentos para poder acceder a bienes de consumo en forma desmedida.-

Y como es lógico en el deporte nos ocurre lo mismo nos parece que lo único importante es el ganar o acceder al primer puesto lo demás es perder; esta visión nos impide gozar del éxito que significa ingresar en competencias sin recursos, sin infraestructura para prepararse, sin desarrollo de altas competencias y sin embargo, y a pesar de ello, lograr puestos relevantes a pesar de todas las deficiencias todo lo cual sin dudas es un éxito que no pueden dimensionar los exitistas.-

Estos últimos juegos olímpicos nos han permitido ver que algunos resultados a pesar de no lograr las medallas de oro o en algunos casos ninguna no han dejado de significar un éxito ya que fueron la demostración de haber estado entre los más importantes competidores mano a mano sin descontar las profundas deficiencias y faltas de recursos en muchas disciplinas.-

Trabajemos para lograr el éxito, pero no caigamos en el exitismo que desplaza situaciones que deben valorarse como un éxito-