Hemos Leido

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LOS PALOS QUE DA LA VIDA

Los palos que da la vida como su título lo describe es el relato del protagonista, Juan García, que ya en su nombre es poco para acompañarlo en su relato sobre su éxito siendo muy joven en las finanzas para luego perderlo todo y transformarse en un contestatario marginal encontrando nuevas formas de vida para luego de algunos inconvenientes logra nuevamente emerger en el mundo de las finanzas lo que le da una revancha para con quienes lo expulsaron de esas actividades y comienza a recuperar posiciones hasta que con algunos altibajos logra encontrar su paz.-

En medio de cada una de sus situaciones tanto de éxito o de fracaso siempre una mujer acompañó a Juan en sus propuestas de una vida nueva pero una de ellas lo marco y solo encontró la estabilidad cuando reconoció su imposibilidad de mantener ese “amor imposible”

Es atrapante su lectura a raíz de no conocer si se avecina un nuevo fracaso a cada capítulo.-

LA COLINA DE LOS GATOS de EVA BAEZA

Ambientada en España entre poco años antes de la guerra civil Española y nuestros días, da cuenta de la relación entre una hija, su madre y su abuela, teniendo como escenarios principales la ciudad de Barcelona y Torrox, un pueblo de Málaga, además describe otros lugares de España con una claridad que lleva a uno a pensar que conoce los mismo.-

Es un relato donde el amor forma parte de esa trilogía de hija, madre y abuela, pero la lucha por la felicidad pone permanentemente a prueba ese amor, y por ello da lugar a que se tomen acciones las que pueden ser entendidas, no como amor, sino con desentendimiento del otro, dependiendo mucho de los observadores de estas acciones.-

La hija obliga a la madre a encontrarse con su abuela pero es el relato de esta última la que pone claros sobre oscuros para entender muchas actitudes de las tres.-

Una descripción descarnada, pero no grotesca, de las consecuencias de la guerra civil Española y el sufrimiento de la población civil fundamentalmente en el bombardeo a los exiliados en la carretera de Málaga a Armería y además una profunda mirada a la pobreza y el hambre desatado en las zonas afectadas por la guerra civil.-

Recomendado por los temas relatados pero fundamentalmente por lo atrapante de su lectura.-

jueves, 3 de abril de 2014

LA REBELION DE LAS VICTIMAS

Por Eduardo Martín Romero

El 10 de enero de 2013 con el título “cada vez más violencia” publiqué una columna referida a la violencia en nuestra sociedad.-

Hoy a más de un año la violencia se ha instalado con mayor fuerza y además con la argumentación de que la misma es una respuesta de las víctimas, todo lo cual no deja de ser un ingrediente nuevo para magnificar el tiempo de violencia que transita nuestra sociedad.-

Recientemente hemos visto en los medios nacionales que las víctimas de la inseguridad se han defendido de distintos hechos de inseguridad pero con un grado de violencia inusitado, esto ha ocurrido en nueve casos en un lapso de solo ocho días.-

En realidad ante un robo o cualquier otro tipo de delitos nadie puede negar a las víctimas que accionen para detener al supuesto delincuente pero es indudable que quienes logren este cometido deben poner de inmediato a disposición de las fuerzas de seguridad al pretendido delincuente, nunca y por ninguna causa, resulta aceptable hacer justicia por mano propia ya sea propinando golpizas u otros castigos y menos aun quitarle la vida al presunto delincuente.-

La palabra linchamiento deviene del vocablo inglés “lynching” según algunos derivado del apellido del Juez irlandés James Lynch que en el siglo XV condeno a su hijo a la horca por asesinato, otros señalan que deviene del apellido del Juez norteamericano Charles Lynch quien en el siglo XVIII ordeno la ejecución de bandas sin derecho a juicio previo; por ello la palabra indica la condena y ejecución sin proceso legal, por ello resulta ilegal y desarticula el orden social.-

Los casos más patéticos de estos últimos días son: el de Rosario donde un arrebatador fue aprehendido por vecinos y murió a raíz de la golpiza que le propinaron los mismos vecinos atacándolo a patadas cuando estaba en el suelo e indefenso y el otro de Palermo en la ciudad de Buenos Aires donde un grupo de vecinos golpeo a un ladrón y pretendían darle muerte lo que fue impedido por un portero que lo entrego a la policía, estas actitudes también existieron en distintas provincia de nuestro país.-

Para comprender la gravedad de estas acciones cabe señalar que en la ciudad de Rosario producido un arrebato por unos motochorros los vecinos, en automóvil, salieron en búsqueda de los mismo y encontraron dos personas en moto (que no eran los ladrones sino dos personas que iban a trabajar) chocaron la moto para detenerlos, como no lograron su cometido los persiguieron tres cuadras mas hasta detenerlos y propinarles una brutal golpiza resultando no ser los ladrones además de las lesiones, los trabajadores, no lograron recuperar su moto.-

Reconozco la angustia, bronca y desazón que ocasiona ver tanta impunidad, que los ladrones salgan en minutos recuperando su libertad, o que por cuestiones técnicas obtenga su libertad quienes tienen en su contra abrumadoras pruebas, que las victimas deban soportar el rigor de la ley y que los delincuentes cuenten con el beneficio de la duda, que en estos tiempos de inseguridad se pretenda un código penal más favorable para los que delinquen; sin embargo ello no justifica la justicia por mano propia.-

En el año 1760 Antes de Cristo, hace ya cerca de 4000 años atras, Hammurabi en Babilonia -una de las civilizaciones más antiguas- creó un código que establecía una pena para cada delito y puso en manos del Estado la represión al delito; antes de este Código la pena siempre era la muerte y la aplicación de las mismas estaban en manos de los sacerdotes; desde entonces la pena guarda relación con el delito cometido y es solo el estado quien puede imponer la pena.-

La justicia por mano propia y sin juicio previo es volver más atrás de la más antigua de las civilizaciones; pero no es solo esto sino que permite que lo que en principio parece espontaneo, tomar la justicia por mano propia, con el tiempo aparezcan grupos que se organizan de manera parapolicial y comienzan verdaderas cacerías en búsqueda de acabar con la inseguridad generando aun mas inseguridad o propiciando la persecución política, religiosa, racista etc.-

Nunca es aceptable la justicia por mano propia pero uno imagina que en casos necesarios para defender la vida o en casos de violación sexual puede llegar a entenderx algunos excesos pero en la mayoría de los casos que ocurrieron recientemente son robos materiales y arrebatos que no truncan vida alguna, sin embargo la dureza de la pretendida justicia –llegando incluso a la muerte del ladrón previa persecución- en estos supuestos es sin dudas una arbitraria exageración de la violencia.-

Es muy cierto que la única forma de terminar con estas situaciones es que el Estado cumpla con su rol de ser la institución monopólica en la condena por delitos y de establecer el monto de las condenas y ante ello por medio del Poder Ejecutivo garantice la prevención del delito mediante las fuerzas de seguridad y que por medio del Poder Legislativo establezca penas ejemplificadoras que sirva para evitar que se tienda a caer en actos delictivos por la ventaja de penas leves y que por medio del Poder Judicial garantice la aplicación de la ley de manera rigurosa para impedir que la impunidad aliente a cometer delitos.-


También se deberá garantizar que el peso de ley caerá de manera inexorable con independencia de la condición social del delincuente y que con su castigo también comprenderá los estamentos de gobierno; mientras esto no se materialice nuestro país estará dividido entre violentos que delinquen y violentos que se creen la ley, que no es ni más ni menos que la ley de la selva.-

1 comentario:

Garenio dijo...

Me gustó mucho. Creo como vos que vamos por mal camino y que, lejos de retomar la buena senda, seguiremos por este camino equivocado, profundizando el error. Mucho se debe, a que hemos reemplazado los valores de la cultura judeo-cristiana por los valores de la sociedad de consumo, donde los bienes materiales han ocupado sus lugares.