PRIVATIZAR
O NACIONALIZAR
Por
Eduardo Martín Romero
Como
todos sabemos Europa, y particularmente España, se encuentra en crisis que
exige la realización de algunas reducciones para generar disminución en su
déficit y lograr el acompañamiento de los países integrantes de la Comunidad
Europea.-
El
debate fuerte es quien debe hacer el esfuerzo para superar una crisis que
surgió como consecuencia, fundamentalmente de los negocios financieros, algunos
sostienen que todos y otros que deben efectuarlo los que obtuvieron ganancias
por las causas que llevaron a la crisis; pero aceptada la necesidad del recorte
comienzan a surgir debates sobre donde se realizará el recorte.-
Hace
algunos días la Secretaria General del Partido Popular, conservador liberal y
centroderechista español, manifestó como propuesta para disminuir los recortes
en salud, educación, pensiones y otros rubros sociales que el Estado español se
debería desprender de la empresas públicas para evitar los quebrantos que las
mismas producen y de esta manera hacer menos duros los recortes
presupuestarios.-
Esto me trajo el recuerdo de nuestras crisis y las
distintas posiciones con relación a las empresas publicas en nuestro país las
cuales e incompatible unas con otras, lo que nos permiten visualizar con más
experiencia estas alternativas.-
Cuando
señalo que resultan incompatibles unas con otras podemos recordar desde las
nacionalizaciones del gobierno de Perón en sus primeros gobiernos de la mano
del “peronismo nacional” a la privatización a ultranza al gobierno de Menem
como instrumento de lo que se definía como un “peronismo aggiornado” y con el
tiempo de la mano del gobierno de Cristina Kirchner volver a transitar los
caminos de la nacionalización de la mano del “peronismo revolucionario” ; tomo
estos tres gobiernos por responder al mismo signo político o al menos los que
gobiernan mantienen la autoridad dentro del mismo partido.-
O
sea que tenemos la experiencia de un mismo signo político que nacionalizó
privatizó y volvió a nacionalizar; en cada supuesto se argumento para llevarnos
a aceptar cada una de estas instancias y también se argumento para salir de
cada una de estas instancia y reitero las argumentaciones son esgrimidas por
las autoridades de un mismo partido político el Justicialismo.-
Tomemos
el transporte público, fundamentalmente trenes o subterráneos, como una
ejemplificación de lo que ocurrió en cada una de estas etapas sin dejar de
desconocer que en la misma situación se encontraron desde telefónicas, empresas
de energía, sistemas jubilatorios a muchas otras.-
Cuando
Perón nacionaliza los ferrocarriles esgrimió la soberanía nacional, imputo a
las empresas privadas falta de inversión y desarrollo del sistema ferroviario y
señalo que el Estado podía abordar con sus recursos el crecimiento de los
ramales ferroviarios y hacerlos más modernos y eficientes; por su parte la
oposición señalaba que era un negocio para los ingleses ya que la concesión
estaba por vencerse y que el Estado se podría haber quedado sin pagar
argumentando precisamente la falta de cumplimiento en el mantenimiento del
servicio.-
Cuando
Menem privatiza los ferrocarriles argumento que el estado perdía un millón de
dólares diarios y que los argentinos lo pagamos con impuestos; que la venta nos
significaría un alivio presupuestario que podríamos destinar a otros fines y
que además el lucro de la empresa privada las haría más eficientes y con
mejores servicios y que ese mismo deseo de ganancia llevaría al sector privado
a invertir en ampliaciones de ramales.-
Hoy
Cristina Fernández está hablando del alto costo de los subsidios para que los
sectores más necesitados puedan utilizar estos servicios siempre más barato que
otros transportes; que a pesar de ello las empresas no invierten en mejoras o
modernizaciones y menos de ampliaciones de ramales con el agravante de la
disminución en puestos de trabajos con mas cargas horarios y la tercerización
de personal para evitar categorizaciones con mayores cargas salariales, además
de la imputación de material obsoleto que ha motivado carga de culpabilidad en
graves accidentes.-
Reitero
lo mismo podemos señalar de YPF, Aerolíneas Argentina, el sistema jubilatorio y
otras situaciones similares.-
Que
nos deja esta experiencia tan dispar: es cierto que la empresa privada es más
eficiente pero esa eficiencia la lleva a disminuir personal, cerrar centros de
atención obligando a la conexión telefónica o por internet, dificultades en el
reclamo por la prestación del servicio, tarifas más altas en búsqueda de la
rentabilidad y además en estos últimos tiempo se puso en práctica el exigir del
Estado un subsidio para poder mantener las tarifas no baratas pero que pueden
ser accesibles por los sectores más vulnerables; este conjunto de medidas trae
como consecuencia que las prestadores de servicio le terminan costado muy caro
al estado, más que cuando eran propias con las diferencia que ante los despidos
el estado debe subsidiar a los despedidos y a pesar de ello las empresas
señalan que están impedidas de hacer inversiones de donde la prestación es cada
vez más deficiente.-
Me
parece que la experiencia demuestra que la privatización de las empresas
prestadoras de servicios públicos es posible en países donde los ingresos de
los habitantes le permitan el pago de tarifas sinceradas; en los países en
desarrollo donde sus habitante no pueden pagar tarifas reales y el estado debe
subsidiar es mejor que sean estatales aun cuando resulten más costosas y sean
utilizadas como generadoras de puestos de trabajo que permitan incorporar a
desocupados.-