SIGA EL BAILE
Por Eduardo Martín Romero
Los políticos representan
un sector a los que la sociedad no les cree, en un alto porcentaje, y ello sin
dudas se debe a que han dado por tierra con sus propuestas electorales y dentro
de estas actitudes sobresalen aquellas en las cuales los políticos se adueñan
de banderas que la ciudadanía entiende como necesarias levantar para después,
estos mismos político, dar por tierra con las mismas banderas causando entre
propios y extraños una suerte de desazón en la dirigencia política llevando a
índices más altos la falta de credibilidad.-
Olvidando las cuestiones
que tienen que ver con los grados de corrupción, la cual también contribuye a
abandonar banderas levantadas en periodos electorales, es bueno señalar que
desde 1945 a la fecha quizás el único gobierno que no arrió banderas
electorales fue el de Arturo Illia; tal vez porque llega al poder con el 25% de
los votos estando el peronismo proscripto, lo que no exigía muchas promesas
electorales pero es cierto que no arrió banderas y por ende tampoco fue
sospechado de corrupción.-
Raúl Alfonsín tuvo sus
conflictos con banderas electorales desde la forma en que manejo los conflictos
con los carapintadas hasta la ley de punto final y obediencia debida, pasando
por algunas situaciones de tráfico de influencias que muchos imputaban a
Nosiglia pero que incluso comprendieron a la patria financiera que dio por
tierra con el plan austral.-
Del gobierno de la Alianza
se puede señalar entre otras banderas arriadas la incorporación de Cavallo al
gobierno y los despropósitos de leyes básicas como la reforma laboral y la
regulación del gas las cuales fueron indicadas como aprobadas en el Congreso
mediante sobornos, también el megacanje con sus funestas consecuencias
económicas y beneficios a los poderosos.-
Quizás no haga falta
reseñar estas cuestiones en los gobiernos peronistas ya que los mismos fueron
fuertemente denunciados y por todos recordados.-
Pero quizás las banderas
arridas recientemente son las que más conflictos nos generan por estar a flor
de piel o formar parte de estos tiempos nuestros.-
Los gobiernos de Néstor y
Cristina han puesto su impronta en los derechos humanos y sin embargo han
permitido que la organización Madres de Plaza de Mayo sea utilizada para
realizar una cuantiosa defraudación y en este marco mantengan en el más alto
cargo del Ejercito a Milani fuertemente denunciado precisamente por violaciones
a los derechos humanos.-
Sabemos del exagerado
crecimiento patrimonial de integrantes del gobierno que solo fueron
funcionarios políticos durante toda su vida muchos de ellos denunciados y
procesados por investigaciones, incluyendo la Presidente y el Vice, y mientras
tanto no se conocen índices de pobreza y mueren por desnutrición jóvenes en
nuestro país.-
Pero recientemente se ha
conocido actos de la misma identidad que, en montos menores, comprenden la
administración del actual candidato a presidente por la oposición Mauricio
Macri en sus contactos con Niembro y también Tamargo hasta hace poco legislador
del PRO.-
Se podrá argumentar de
muchas manera la inocencia de Niembro y Tamargo pero lo real es que ambos
militan en el PRO y que los eligieron para que representen los postulados de
esta corriente política no de manera sorpresiva sino por el caminar juntos hace
algún tiempo y es por esto que no es aceptable y resulta además incompatible
desde lo ético que Niembro inscriba una empresa de servicios y solo unos días
después resulte adjudicataria de contrataos millonarios sin tener siquiera un
empleado.-
Puede ser cierto que el
PRO entrego la documentación requerida por la justicia y que no entorpece su
funcionamiento pero no basta, sabemos que los entretelones judiciales permiten
diferenciar la verdad real de la verdad de los expedientes, y por ende está en
juego un principio ético que aun cuando no resulte reprochable desde lo
jurídico puede ser inaceptable desde lo ético.-
Ahora bien si la propuesta
de la oposición liderada por Mauricio Macri era dar por tierra con la
corrupción y generar un significativo grado de confianza en el futuro gobierno
da la impresión que ya han arriado la bandera antes de ejercer el poder
adelantando los tiempos en relación al relato histórico que antecede.-
Todas estas formas de
tomar banderas para después arriarlas es lo que genera la gran desconfianza en
el electorado en relación de los políticos.-
Mucho se podrá discutir
sobre una acción de gobierno en el sentido que la misma sea o no beneficiosa, o
sobre la protección o a determinado sector, pero esto no es nada comparado con
el despropósito de levantar banderas electorales para después dejarlas de
lado.-
Pareciera que este marco
de sospecha y de abandono de las banderas electorales vine de la mano de una
dirigencia política que a raíz de su tránsito más que dilatado por la política y
yendo de uno a otro partido generó un comportamiento generalizado que no
respeta estructuras partidarias y que el ciudadano percibe pero que a raíz de
la falta de ofertas electorales nuevas se siente obligado a tomar una decisión
entre los distintos postulantes mas allá de sus antecedentes.-
Pero el elector también
manifiesta algún miedo ante las propuestas de candidatos con poca experiencia
tal el caso de Vidal en la Provincia de Buenos Aires como Fuertes en la
Provincia o el caso de Sarubi en nuestro municipio; cuando en realidad deberían
ponderar el razonamiento de que a pesar de haber elegido siempre gente con
mucha experiencia en política, esto no ha significado que nos fuera bien;
siempre hemos bailado con el que pensábamos menos rengo ahora que sigue el baile,
quizás sean tiempos de pensar en bailarines nuevos.-
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