Hemos Leido

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LOS PALOS QUE DA LA VIDA

Los palos que da la vida como su título lo describe es el relato del protagonista, Juan García, que ya en su nombre es poco para acompañarlo en su relato sobre su éxito siendo muy joven en las finanzas para luego perderlo todo y transformarse en un contestatario marginal encontrando nuevas formas de vida para luego de algunos inconvenientes logra nuevamente emerger en el mundo de las finanzas lo que le da una revancha para con quienes lo expulsaron de esas actividades y comienza a recuperar posiciones hasta que con algunos altibajos logra encontrar su paz.-

En medio de cada una de sus situaciones tanto de éxito o de fracaso siempre una mujer acompañó a Juan en sus propuestas de una vida nueva pero una de ellas lo marco y solo encontró la estabilidad cuando reconoció su imposibilidad de mantener ese “amor imposible”

Es atrapante su lectura a raíz de no conocer si se avecina un nuevo fracaso a cada capítulo.-

LA COLINA DE LOS GATOS de EVA BAEZA

Ambientada en España entre poco años antes de la guerra civil Española y nuestros días, da cuenta de la relación entre una hija, su madre y su abuela, teniendo como escenarios principales la ciudad de Barcelona y Torrox, un pueblo de Málaga, además describe otros lugares de España con una claridad que lleva a uno a pensar que conoce los mismo.-

Es un relato donde el amor forma parte de esa trilogía de hija, madre y abuela, pero la lucha por la felicidad pone permanentemente a prueba ese amor, y por ello da lugar a que se tomen acciones las que pueden ser entendidas, no como amor, sino con desentendimiento del otro, dependiendo mucho de los observadores de estas acciones.-

La hija obliga a la madre a encontrarse con su abuela pero es el relato de esta última la que pone claros sobre oscuros para entender muchas actitudes de las tres.-

Una descripción descarnada, pero no grotesca, de las consecuencias de la guerra civil Española y el sufrimiento de la población civil fundamentalmente en el bombardeo a los exiliados en la carretera de Málaga a Armería y además una profunda mirada a la pobreza y el hambre desatado en las zonas afectadas por la guerra civil.-

Recomendado por los temas relatados pero fundamentalmente por lo atrapante de su lectura.-

jueves, 2 de octubre de 2014

LA ETICA DEL CIUDADANO

Por Eduardo Martín Romero

En la época de Aristóteles se designaba como político al habitante de la Polis, que era la ciudad en griego, de donde el término de político estaba utilizado como ciudadano o habitante de la ciudad.-

En el libro III de “Política” Aristóteles estudia la virtud de un hombre bueno y por otro lado la virtud de un ciudadano bueno, planteando que las mismas pueden coincidir en sus valores pero que pueden ser muy distintas: así uno puede ser virtuoso como persona pero no serlo como ciudadano sea eligiendo el gobierno los gobernantes o gobernando y por el contrario puede ser un gobernante o ciudadano virtuoso y tener una falta de virtud como persona.-

Este enunciado me movió a compartir con Uds. algunas reflexiones sobre nuestros compartimientos como personas o integrantes de una familia y por otro lado como actuamos en nuestra vida como ciudadano donde manifestamos actitudes diametralmente opuestas cuidando y protegiendo nuestro entorno personal y destruyendo o desentendiéndonos del crecimiento del conjunto de la sociedad.-

Pareciera que la regla general es que todos nos preocupamos por el crecimiento personal y el de nuestros seres queridos y ponemos todo el esfuerzo en este objetivo eligiendo con prudencia como una de las cuatro virtudes cardinales que disponen a la razón para discernir el verdadero bien del mal y elegir los medios adecuados para hacerlo; siendo solo la excepción la falta de esta prudencia en nuestras relaciones personales o de afectos.-

Sin embargo cuando actuamos como ciudadanos –políticos para los griegos- pareciera que es a la inversa la regla general es la falta de prudencia en nuestro compromiso con la ciudad –o la sociedad- por ende la ausencia de la virtud prudencia priva a nuestra razón de discernir el verdadero bien del mal y elegir los medios adecuados para el bien común y solo las excepciones muestran la presencia de esta virtud cuando actuamos como ciudadanos.-

Esto genera que nos preocupemos por nuestro bienestar y nos desentendamos del bien común opción esta que nos impide crecer como país, sociedad, comunidad o población.-

También es cierto que siempre encontramos excusas que justifican que nos desentendamos de ser prudentes cuando actuamos como ciudadanos y para ello señalamos que todos lo hacen y que nos obligan a ello, o que los gobernantes roban y dilapidan los ingresos o que atiende a sectores y desatienden a otros o que falta educación o crece la inseguridad o que los impuestos son muy altos etc. existiendo una inmensa variedad de argumentos que justifican tener una ética o moral para nosotros y tener otra como ciudadano.-

Observemos algunas conductas como las señaladas; una de ellas es cuando como ciudadano alguien se postula a un cargo político promete todas las soluciones y plantea el menor de los sacrificios, busca apoyo económico en sectores que sabe luego pretenderán favores del poder, eligen a sus compañeros de listas y colaboradores no por sus condiciones sino por la cantidad de votos que aportan.-

Pero también, cuando como ciudadanos, debemos elegir los candidatos al gobierno no miramos sus condiciones, su trayectoria, sino que pensamos en que candidato nos dará más beneficios personales pocos meditan sobre la utilidad de un candidato para con el país solo piensan en puestos, beneficios, influencias todos postulados de beneficio personal.-

Pero además como ciudadanos pedimos culminar con la corrupción pero intentamos evitar cumplir con las leyes u ordenanzas así pedimos más controles en el transito pero increpamos a los inspectores cuando nos toca padecer una infracción; pedimos terminar la inseguridad pero compramos productos que sabemos pueden ser productos de ilícitos solo por su bajo precio; señalamos que debe mejorarse la educación pero increpamos a los docentes que evalúan bajo a nuestros hijos; nos quejamos de las bajas jubilaciones pero no pagamos los aportes al sistema e intentamos beneficiarnos con moratorias; aun cuando logremos significativas ganancias tratamos de disfrazarnos de perdidosos para evitar pagar impuestos; pretendemos terminar con la trata y consumimos prostitución; queremos que no vendan bebidas alcohólicas a menores y mandamos los hijos a comprárnosla; queremos que el estado garantice la seguridad en los espectáculos públicos pero nos oponemos a las clausuras de aquellos que no reúnen las condiciones; tiramos en la calle toda nuestra basura y después nos quejamos de la falta de limpieza etc.

Sin dudas como ciudadanos no tenemos prudencia, seamos o no gobernantes, seamos o no políticos, y esto impide el crecimiento como sociedad alguien señalará que es difícil inclinarse por el bien general cuando la acción nos impida nuestro crecimiento personal pero es lo mismo que ocurre cuando la prudencia nos indica que debemos priorizar alguna acciones que benefician a toda nuestra familia pero que nos impide algún objetivo nuestro desde lo personal.-


Debemos comprender que nuestro compromiso es, además de ser buenas personas, ser también buenos ciudadanos y como tales cultores de la prudencia, virtud que nos posibilitará contar como ciudadanos, no ya como personas, de la razón necesaria para discernir lo que está bien de lo que está mal y elegir los medios adecuados para el bien común.- 

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