Por
Eduardo Martín Romero
El
hombre es un ser social, significa que tiene que vivir junto a otros hombres; para
evitar algunos conflictos de intereses propios de la vida en sociedad fue
necesario la constitución de un orden social.-
Como
la libertad es un derecho humano y el orden social limita esta libertad el
hombre acepta recortar sus libertades solo en el caso que fuera en beneficio
del bien común.-
Desde
los orígenes de la sociedad tribal existió esta limitación, siempre con la justificación
de la preservación del bien común.-
Esta
cuestión teórica, podrá ser opinable, pero no deja de tener una esencia que
dignifica al hombre como es la preservación del bien común; el problema es cómo
definir este bien común.-
Siempre
los poderosos indicaron que era, el bien común, en origen fue un líder o
cacique que poseía la fuerza física para sostener su autoridad quien imponía
las reglas del orden social; después llego el tiempo de la sociedad teocrática
y el líder fue la autoridad religiosa; más tarde fue el turno de las ideologías
políticas y sus líderes propusieron distintas construcciones del bien común y
surgieron distintos modelos de ordenes sociales, recordemos la época feudal, la
burguesía, el pensamiento conservador, el liberal, el capitalismo, el marxismo
etc. y siempre quien detentaba el poder marcaba el orden social que se
correspondía a su ideología.-
Es
por lo enunciado que ningún orden social es perfecto ni ajustado en un todo a
la dignidad humana, sin embargo es tolerado por ser necesario y se lo
transforma o modifica mediante revoluciones ya sea con la fuerza o con la
aparición de líderes que cuente con una aceptación más que mayoritaria para
poder introducir las modificación al orden existente; pero hasta tanto esto
suceda el orden social será uno, a pesar que algunos se opongan el mismo, será
respetado para evitar el estado anárquico.-
Esta
apretada síntesis es efectuada a los fines de manifestar la incomprensión de
las actitudes de la Presidente y algunos colaboradores en torno a la
declaración de inconstitucionalidad expresada por la Corte Suprema de Justicia
a la ley que determina la elección de los miembros de la Magistratura por medio
de la elección popular.-
Primero
analicemos lo que manifestó Julio Alak, ni más ni menos que el Ministro de
Justicia, “la sociedad quiere una justicia independiente, incluso de sí misma,
y no una que privilegie sus intereses corporativos por sobre el bien común”
nada más real que lo señalado por Alak, pero este deseo no justifica la
inconstitucionalidad de la ley; pero también dijo Alak con relación al fallo
“desconoce la voluntad popular expresada en el Congreso de la Nación” y esto sí
es grave ya que pensar que lo que decida el congreso es válido (constitucional)
solo por la haber logrado un numero mayoritario en su votación es ofensivo a la
división de poderes ya que la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la
leyes puede ser recurrida al Poder Judicial por los ciudadanos y este poder es
quien debe declarar una u otra posibilidad; negar esto es negar la Republica,
esto es lo que establece el orden social actual es tarea de los lideres lograr
su modificación pero mientras no ocurra es el orden establecido.-
Por
su parte la Presidente señalo en Rosario “ha aparecido un derecho al veto que
hoy se ha trasladado al Poder Judicial, que vetan las leyes que hacen
legisladores, presidentes” declarar la inconstitucionalidad no es un veto, es
mas grave aun, es indicar que la ley votada por el congreso viola la
constitución nacional; esto es lo grave y la Presidente lo sabe por ello
entiendo que miente a sabiendas cuando habla de veto.-
Pero
la Presidente fue más allá aun, señaló “la verdad que en el 2015 yo quiero ser
jueza (sic)” lo dice la Presidente debo creerlo o me miente de nuevo; la verdad
es que todos podemos ser irónicos, jocosos o pretender engaños pero quien ostenta
un poder del Estado debe tener otras actitudes cuando se dirige a sus
seguidores y también a sus opositores.-
Podría
señalar que la Presidente sin dudas va a ser reconocida por haber intentado la
reforma a la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura y se puede
reconocer que este intento le traerá graves conflictos y que tal vez uno pueda
estar de acuerdo en la necesidad de esta reforma pero lo que resulta objetable
es el desconocimiento de que en el Poder Judicial descansa la garantía de la
constitucionalidad de las leyes hasta tanto esta constitución no sea
modificada.-
Volviendo
al origen de esta columna cada líder intenta crear un orden social que
beneficie a su sector, casi siempre los más poderosos, pero lo que no toman en
cuenta algunos líder es que las medidas que ellos implementen en un futuro,
lejano o cercano, podrá ser utilizado por sus adversarios; notemos que el “per
saltum” fue criticado por la oposición porque eliminaba instancias y por ello
restaba garantías establecidas en la constitución; sin embargo en este caso lo
uso el Ejecutivo y gracias al “per saltum” festejó la oposición el fallo de la
Corte Suprema.-
Claro
que pensar de esta forma exige pensar en la alternancia, mientras que aquellos
que creen en el poder perpetuo piensan que los instrumentos que ellos crean a
su favor nunca podrán ser utilizados por los adversarios.-
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