LA PUJA POR EL INGRESO
Por Eduardo Martín Romero
Todos
los comienzos de años, de un tiempo a esta parte, surgen las negociaciones
paritarias donde representantes del gobierno, del sector empresario y de los
sectores trabajadores discuten los aumentos salariales para cada sector; sin
dudas esto es un instrumento para la distribución del producto bruto interno
del país.-
Este
año las aspiraciones de incrementos de los salarios, anunciados por los
sectores sindicales, ha comenzado a generar miedos en torno a una espiral
inflacionaria, esto ocurre sin dudas porque a raíz de la inflación existente el
traslado de nuevos incrementos salariales a los precios, traería un nuevo
incremento de precios generando un nuevo reclamo salarial y de allí el peligro,
al menos hipotético, de la espiral inflacionaria.-
Pero
detengámonos para obtener una visión de esta cuestión económica tan marcada en
la vida de los argentinos.-
Durante
la crisis del 2001, después de los saqueos a supermercados y producida la
renuncia de De La Rúa, no hubo inflación durante mucho tiempo y los precios en
lugar de subir, en algunos casos, bajaban; en la gestión de Néstor Kirchner,
según la consultora Equis, en los primeros tramos logro recuperar los salarios
con relación a los precios, solo recién en Enero del 2004 los salarios del
sector Público comienzan a perder con relación a la evolución de precios y en
Octubre de 2005 comienza también la perdida en el sector privado no registrado
(en negro) para después comprender también en el 2006 la perdida en el sector
publico registrado.-
Recuperado
el ingreso de los trabajadores y reaparecido el consumo a crédito (antes no
existía en forma generalizada) la moneda estadounidense se mantenía con bajo
incrementos y por supuesto los salarios también, pero al incrementarse el
consumo se incrementaban -primero de a poco- los precios cuando en realidad lo
único que los alentaba era el mayor nivel de consumo.-
Apareció
otro fantasma, como teníamos desde la devaluación del 2001 un valor dólar que nos permitía competir en el
exterior, ya que no aumentaban en nuestro país los precios, los empresarios
trataban de transformarse en exportadores y desatendían el mercado interno o
aumentaban los precios en pesos.-
Surge
la idea de la asignación universal por hijo e incrementar el ingreso de los
sectores mas postergados, la idea era que esta inyección de dinero aumente el
consumo y las empresas aumenten la producción generando más mano de obra, pero
el sector empresario no aumento la producción sino que aumento los precios ya
que el consumo mejoro con esta asignación.-
Después
vino lo que todos recuerdan, impedir las exportaciones de algunos productos,
mejorada después con la prohibición de importar si no se exportaba en sumas
mayores, las mentiras del INDEC se hicieron más y más evidentes e inocultables,
crecieron los reclamos salariales, se negociaron precios de artículos de la
canasta que no se respetaron, se llego al llamado “cepo” cambiario –aun cuando
la denominación no le agrade a la Presidente-, se recorto la ayuda a las
provincias y municipios que de alguna manera se traducían en consumo, todo esto parecía dirigido a
desalentar el consumo –aun cuando el gobierno lo negaba- como una forma de
evitar el crecimiento inflacionario.-
En
realidad el gobierno no pudo con los sectores empresarios formadores de precios
y la inflación continuo su camino lento primero y acelerado en los últimos
tiempos, pero tampoco logro convencer de un menor impacto inflacionario
mediante dibujos estadísticos en el INDEC y como es lógico aparece el reclamo
salarial con cada vez mayor porcentaje de incrementos ante el crecimiento
inflacionario.-
Perón
contaba que en su primer gobierno un representante de la unión industrial
argentina al que no nombraba –alegando no acordarse- se enojaba y le decía que
los obreros querían ganar cada vez mas y comentaba que le pregunto “y Ud. no”
esta es la lucha por el llamado “fifty fifty” en la argentina, indicando en
ingles lo de 50 y 50 o por mitades en la distribución del ingreso, que este
gobierno de Cristina Fernández lo pregonaba en el 2009 y que lo ratifico en el
2011 junto a Moyano, por entonces acolito al Gobierno.-
Parece
que la Presidente ahora pretende que los trabajadores bajen sus pretensiones de
incrementos salariales y además se oponen a la negociación colectiva dos veces
al año, pedido este de los trabajadores en el temor que la inflación termine
absorbiendo el incremento que logren, pero además no quiere, el gobierno, que
se solicite más del 25%; en realidad estas dos pretensiones no tienen nada que
ver con el “fifty fifty” sino que pareciera que el gobierno se ha convencido
que a la inflación no la pudo contener con acuerdos o presiones a los
empresarios, entonces la contralará con disminuir el consumo que solo logrará
con ingresos más bajos.-
El
problema del gobierno es que si bien es posible alguna contención a los
trabajadores, la lucha por el salario termina desgastando la relación con el
gobierno y el crecimiento inflacionario hace que los trabajadores no alcance a
la dignidad que pretenden, y esto complica la relación del gobierno en un año
electoral.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario