EL DÓLAR DE POCOS Y EL
DOLOR DE MUCHOS
Por Eduardo Martín Romero
En
los últimos tiempos, al igual que en muchas épocas anteriores, el valor del
dólar tiene en nuestro país preferencia en el tratamiento informativo y en la
agenda del gobierno.-
En
realidad todos sabemos que en nuestro país el valor de la divisa estadounidense
debería preocupar a muy pocos, aun cuando sean los que mas tienen.-
En
primer lugar preocupa al gobierno ya que son necesarios para las negociaciones
internacionales y pagos de deudas por su característica de moneda patrón a
pesar de que muchos quieren modificarlo y no encuentran las posibilidades ya
que el dólar sigue siendo la unidad de intercambio internacional preferente.-
En
segundo lugar preocupa a los grandes grupos económicos que no teniendo
nacionalidad alguna usan de esta moneda como unidad de comercio con abstracción
del lugar de radicación.-
Y
en tercer lugar a los tenedores de importantes patrimonios personales que deben
diversificar sus inversiones en bienes y en monedas entre las cuales los dólares
ofrecen una aceptación mundial.-
Pero
los demás mortales, que resultamos ser una inmensa mayoría, no deberíamos
preocuparnos mucho, yo diría hasta nada, por las fluctuaciones del precio del
mismo ya que los trabajadores, los pequeños empresarios, comerciantes y
jubilados no pudiendo guardar pesos menos aun podremos guardar dólares y en el
supuesto de que alguien lo pueda hacer para un viaje al exterior, para un
automóvil, para una casa por suerte en la actualidad –para quienes pueden pagarlos-
existen sistemas de financiación en pesos para cada uno de estos supuestos.- Y
cuando pensamos que nos salvaremos comprando dólares, al tiempo nos damos
cuenta que o debemos pagar con ellos o es muy poco lo comprado y
consecuentemente muy poca la utilidad.-
Entonces
porque comienza una sensación de temor y de inseguridad económica en todos los
sectores incluidos aquellos que no conocen los dólares o que no pueden acceder
a su compra.- Sin duda los argentinos hemos vivido muchas crisis –que hoy
afectan a Europa- y cuando las crisis por la corrida estalla en una devaluación
ocurre que la pagan aquellos que
precisamente no podían comprar dólares, los sectores de trabajadores, jubilados
y pequeños empresarios ya que los bancos y el sistema financiero compra lo que
le hizo falta, los formadores de precios adecuan los valores al nuevo dólar,
los gobiernos achican el gasto o crean cuasimoneda, solo los que menos tenemos
debemos soportar el peso de la devaluación.-
Esto
nos ocurre siempre; compramos yerba porque va a subir y pensamos que nos
salvamos cuando en realidad se salvan los que la venden; lo mismo con la nafta
e incluso los bienes de consumo.-
Siempre
se señaló “el que apuesta al dólar pierde” nada mas incumplido ó “el que
deposita dólares recibirá dólares” otra mentira o una ley de intangibilidad de
los depósitos y después aparece un corralito y un corralón.-
La
actual corrida se origina en un primer momento por la fiscalización de la AFIP a la compra de divisa
extranjera, una especie de control impositivo, lo que origino la aparición de
un mercado negro para los que no obtenían la venia de la AFIP para la compra; pero sin
dudas la existencia de dos mercados hacia que en algunos casos quienes podían
comprar con autorización al valor oficial ganen vendiéndolo en el mercado negro
lo que motivo directamente el cierre de la venta del dólar oficial.- Esto
calentó la diferencia entre el negro y el oficial ahora inexistente para
todos.-
En
realidad cuando aparecen estas dificultades al igual que cuando sube la yerba,
el azúcar, los fideos, la gente siente necesidad de comprar y al observar que
el estado no autoriza la venta entra a esgrimir los principios de libertad (que
no debemos olvidar que cede ante el bien común) pero el Gobierno comienza a
argumentar lo de siempre “el que apueste al dólar pierde” o porque los
argentinos no se manejan en pesos.-
Con
relación a perder, el gobierno –si fuera cierto esta vez- debería dejar que
quien quiera perder lo haga; nada mejor que un escarmiento a los
especuladores.-
Cuando
preguntamos porque los argentinos no prefieren pesos es porque no creen en el
gobierno, a lo cual también tienen derecho.-
Recordemos
como ejemplo que en 1992 siendo Gobernador de Santa Cruz Nestor Kirchner y
Menem Presidente se privatizo YPF y el voto de los diputados del Gobernador fue
favorable en el marco de un arreglo con el gobierno nacional por el cual
mediante la privatización le pagarían, con el producido, una deuda que
reclamaba Santa Cruz por regalías petrolíferas mal liquidadas; esto le
significo a la Provincia
de Santa Cruz (ver La Nación
del 11 de Julio 2008) fondos importantes de los cuales mas de 500 Millones de
dólares fueron enviados por el Gobernador a Suiza.- Con relación a este envió
de dólares al exterior Kirchner lo justifico diciendo que no creía en la
gestión de Cavallo (Ministro de Menem): ahora bien si el no creía en el
gobierno y entendió un derecho enviar fondos al exterior ¿porque alguien que
hoy no crea en el gobierno no puede aunque mas no sea comprar dólares?.-
Además
aquellos que teniendo dólares ahora para ser ejemplos ante la ciudadanía piensa
pesificar yo diría que mejor seria que lo dejen en dólares y los lleven al
sistema financiero ya que el encaje en dólares es del 50% es decir que cuando la Presidente retire sus 3
millones de dólares el banco central perderá 1 millón y medio de sus reservas que
le quedaba de encaje; lo triste no es que los funcionarios tengan dólares lo
triste es que lo tengan en el colchón y pidan que otros pesifiquen.-
Es
fácil la gente toma recaudo en dólares porque no cree en el gobierno y como Néstor
–según él- no creyó en Menem muchos
pueden no creer en Cristina.-
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