OTROS TIEMPOS
Por Eduardo Martín Romero
El presente ha sido un año
complicado, sobre todo por las reiteradas contiendas electorales y sus lógicas
campañas que siempre crean un clima de confrontación y militancia en algunos
casos algo exagerada; además de ello el resultado electoral dio como resultado
un abrupto cambio de gobierno con decisiones que resultan diametral opuestas que posibilitan que aun
hoy, casi culminando el año, exista una seria confrontación entre los que
entienden que el nuevo gobierno está actuando con buen tino y aquellos
opositores que denuncia lo perjudicial de las medidas iniciales del nuevo
gobierno.-
Desde mediado de año con
algunas excepciones nos venimos refiriendo a estas cuestiones políticas y
económicas que motivaron las expectativas de buena parte del presente año pero
esta semana quizás refieran otros tiempos, aun cuando el conflicto se mantiene,
donde las cercanías con la navidad nos refieren tiempos de paz y armonía y por
ello traen de la mano una propuesta muy distinta sin embargo a fuerza de
observar estos tiempos también surgen algunas cuestiones sobre las cuales nos
conviene reflexionar a la luz del significado estos nuevos tiempos.-
Muchos no creen en la
navidad y otros confundimos el espíritu de esta recordación y pienso que una
reflexión sobre ello puede aportarnos la cuota de tranquilidad a la cual estos
agitados días nos están privando.-
Como dije no todo el mundo
cree en la navidad ya que fundamentalmente se trata de la recordación del
nacimiento de Cristo que compromete a aquellas religiones que se manifiestan
cristinas por creer que éste resulta la representación de Dios en la tierra y
por cierto es bueno recordar que muchas religiones no creen en esta
manifestación pero son igualmente muchos los que desprendidos de toda cuestión
religiosa aceptan la trascendencia de la presencia de Cristo en estos últimos
2.000 años de la vida humana.-
Por otra parte muchos de
los que creemos en Cristo confundimos el sentido de esta festividad y quizás
llevados por “el mercado” pensamos que se trata de un tiempo para comer, regalar
y consumir, en general cuanto podamos y más de ello, en la búsqueda de esa
moderna felicidad tan hermanada al consumo y por ello tan frustrante para los
que menos tienen.-
En primer lugar debemos
tener en cuenta que el nacimiento de Cristo, eje del festejo del 25, es nada
más y nada menos el nacimiento de quien vino a salvarnos y a proponer el amor
para con el prójimo y la actitud de servir al hermano.-
Cuanta diferencia con
muchos de los que actualmente se creen salvadores de alguna sociedades y que
con esta idea se hacen del poder y pretenden perpetuarse en el mismo en
búsqueda de la satisfacción solo personal de ser reconocido como el salvador y
esto los aleja de la actitud de servir y los pone en la situación de servirse
de la sociedad en su beneficio propio.-
Pero además cargamos a
esta festividad con un tremendo deseo consumista que en lugar de prepararnos
para la paz y el amor en realidad nos terminan creando conflictos; es necesario
considerar que el nacimiento que estamos festejando se produjo en un pesebre
con un marco de profunda austeridad y que quien nace en esta fecha siempre
estuvo del lado de los desposeídos y los desprotegidos.-
Que a pasar de la
austeridad de su vida, Cristo, convoco a multitudes lo que le significo el
recelo de poderosos que lo llevaron a la muerte, que si bien es cierto fue para
cumplir con una profecía, no es menos cierto que la muerte lo encontró en
soledad.-
Quizás sea el tiempo de
darnos cuenta que las cosas materiales de este mundo no son lo más importante y
que lo importante es la alegría de estar vivo, poder darle a nuestra vida el
destino de ser útil a los demás, o quizás también sea tiempo de darnos cuenta
cuán importante es compartir, hablar, soñar con los que uno quiere; allí puede
estar la felicidad que tanto buscamos y que aquel cuyo natalicio celebramos es
lo que nos propuso entre otras cosas como importantes.-
Sería bueno que aquellas
personas que desean cada vez mas bienes materiales que incluso no pueden disfrutar
y que obtienen haciendo a otros cada vez más pobres comprenda que mas allá de
lo religioso no puede ser que nuestro destino en este mundo solo sea
desprendernos de nuestros afectos para acumular bienes que no podremos
disfrutar más que un corto tiempo.-
También los gobernantes de
naciones poderosas deben reflexionar sobre la necesidad de dejar de oprimir a
otras naciones e incluso potenciar carreras armamentistas en desmedro de la
ayuda necesaria para paliar el hambre de muchos.-
Que esas festividades
también nos impongan la necesidad de recordar que muchos países europeos que
hoy expulsan a africanos, primero los mantuvieron como colonias y los saquearon
de sus riquezas naturales y ahora les cierran sus fronteras.-
Me dirá “poco puedo hacer”
sin embargo aun la reflexión solitaria sirve para replantear el destino de esta
humanidad y lograr imponernos un sueño de paz y amor que quizás sea de otros
tiempos pero que es propia a estos tiempos de navidad.-
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