SOLO EXISTE
EL PRESENTE
Por Eduardo
Martín Romero
En
estos tiempo ha tomado una fuerza significativa un pensamiento que da cuenta
que el pasado “ya fue” y nada podemos modificar y que el futuro es una mera
enunciación de algo que podrá o no suceder y ante ello se indica como una
verdad indiscutida que lo único que importa es “el presente” y que debemos
dejar el pasado y no preocuparnos por el futuro.-
Ese
pensamiento, al que podríamos llamar como moderno, ha surgido en estos últimos
tiempos con mucha fuerza y en realidad no sé si se trata de una “moda” o un
nuevo estilo de vida pero en realidad me preocupa que alguien pueda dejar de
pensar en el pasado y en el futuro, para apegarse solo al presente.-
Es
cierto que el pasado ya ocurrió y que no podemos hacer nada por modificarlo
pero no es menos cierto que entendiendo las razones de lo que ocurrió en el
pasado podemos sin dudas mejorar nuestro presente.-
Algo
parecido ocurre con el futuro, el que ocurrirá inexorablemente y no sabemos a
ciencia cierta qué es lo que ocurrirá, pero tampoco es menos cierto que nuestro
accionar en el presente puede tener como objetivo construir un futuro que nos
beneficie.-
Quizás
sea real que debemos vivir el presente pero la pregunta es ¿Cómo y para qué?.-
Tal
vez el ¿Cómo? encuentre su respuesta en la manera de evitar cometer errores y,
como una necesidad de esta actitud, surge la de mantener un permanente análisis
del pasado no para modificarlo sino para mantener vivos en nuestra memoria los
hechos que fueron errores, en los que no deberíamos volver a caer en el
presente y en el futuro, y de las acciones que fueron un éxito, para poder
reiterarlo tanto en el presente como en el futuro en búsqueda de una mejor
manera de convivir.-
Con
relación al ¿para qué? es sin duda y lógicamente para poder tener un mejor
presente y un mejor futuro.-
Si
omitimos recordar y analizar el pasado trae como consecuencia que, al menos en
nuestro país, reiteremos en forma permanente y de manera cíclica los mismos errores
que nos impiden construir un futuro mejor.-
Hace
pocos días alguien me contaba haber escuchado al humorista Landrisina señalar
que deberíamos obligar a quienes pretendan ser candidatos a puestos políticos a
que actualicen sus conocimientos sobre nuestra historia para que el pasado sirva
de lección para evitar errores en el futuro y potenciar las acciones que nos
beneficien.-
Pero
pareciera que al menos los argentinos reiteramos nuestros errores por olvidar
nuestro pasado.-
Solo
basta recordar que en los años previos a la crisis del 2001 la llamada
“bicicleta financiera” rendía frutos impensados a quienes invertían en plazos
fijos llegando muchos a vender propiedades para buscar la rentabilidad
financiera por lo alto de las tasas de interés que llevaron también, entre
otras causas, a la caída de la producción y consecuentemente del empleo.-
Recordemos
que esta ganancia exagerada en la renta de los ahorros en un momento hizo
insostenible el pago de las elevadas tasas y colapso el sistema financiero
primero con la presencia de un recordado “corralito” y luego con un “corralón”
que licuó los ahorros de muchos con incontables perdidas que muchos recuerdan.-
Sin
embargo pareciera que por preocuparnos solo por el presente y no recordar el
pasado en la búsqueda de soluciones a nuestra actual crisis volvimos a tener
elevadísimas tasas que hacen temer la permanencia en estos niveles de
endeudamiento y no se encuentra la manera de salir de este sistema perverso que
nos lleva a disminuir la inversión y por tanto el empleo.-
Pareciera
que lo mismo ocurre con nuestro nivel de endeudamiento tanto en pesos como en
monedas extranjeras ya que son muchos los economistas de distintas ideologías
que están dando cuenta que la emisión de deuda se encuentra en zona de riesgo
sobre todo mirando el futuro es decir en relación al año 2020 y quizás por no
analizar el pasado pasamos, de no deber nada, a ser uno de los mayores
deudores.-
Muchos
hemos olvidado que las corridas cambiarias en nuestro país se pretendieron
sostener con venta de dólares para evitar el crecimiento de su precio y terminaron
siempre con una caída de las reservas que hacen peligrar el cumplimiento de
nuestros compromisos de deudas y por ello en la actualidad una muy buena parte
de la deuda contraída con el FMI se fugó en ventas con que el gobierno intento
detener la corrida sin mucho éxito y con un costo de divisas que lo obligo a un
nuevo compromiso con el FMI que le estaría impidiendo usar de manera
indiscriminada las nuevas remesas para sostener el precio del dólar.-
Todo
esto lo conocíamos por haberlo vivido con antelación en un pasado muy reciente
para los tiempos históricos y sin embargo, por no recordar nuestro pasado,
reiteramos muchos de los mismos errores.-
Un
dicho popular consigna “el que se quema con leche ve una vaca y dispara” pero
cuando no recordamos habernos quemado en el pasado con leche no tememos a la
vaca.-
Sin
dudas es necesario vivir el presente pero no es menos cierto que este presente
nos llega en función del pasado que no debemos olvidar y las acciones de este
presente servirán, o no, para construir el futuro que deseamos por ello por
vivir el presente no debemos dejar de
preocuparnos e interrogarnos sobre el pasado y el futuro.-